miércoles, 5 de agosto de 2009
Con éste par de lineas se abre el telón. Mi paso les da intriga y les causa admiración. Quiero que cierren el orto, y se abrochen el cinturón. Tu ego me lo trago con Speed y con melón. El Berretaje a ésta altura ya me cansó. Ni un pelo me mueven las gilas cuando descansan, entre ustedes y yo, no hay equilibrio en la balanza. Y no entienden que es un milagro si me alcanzan. Hoy voy a ser yo la que a las gatas oriente. Todas éstas son iguales y se creen diferentes, yo quisiera que entendieran todas las bobas presentes que ya no piensen en ropa, la diferencia está en la mente. Ya no me paran más, ni que me agarren entre dos. Se darán cuenta que para humillarte no necesito mi voz. Ya no te creas Dios, date cuenta lo que sos. Nadie come de tus sobras, la que sobra acá sos vos. Lo que busco es que me escuchen, eso es lo que deseo. Ésta se cae de su ego, eso es lo qe veo. Lo que busco es explicarles, sin mucho mariconeo, aunque se vista de seda, la mona sigue fea. Causas el mismo miedo que una fiera a cebita. Lo que me diga una villera, la verdad ya ni me irrita. Fijate donde estás, en el barrio tu cara se evita. Observa como te gano, sin decir boludeces ésta gucha me cansó, ni mi tiempo se merece. Pa’ las que se dicen turras, y de estilo carecen está todo a la vista, no todo es lo que parece. Yo sigo basilando, con la nueva manada. A ésta altura, la envidia en la calle está tirada. Mucha risa a las que saben, mucho celo a la gilada, preguntale a tu guacho quién le roba la mirada. Porque hablaste como piola, te quisiste hacer la chorra, te crees que sos una perra, ni siquiera sos cachorra.
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