martes, 30 de junio de 2009

Por la noche, lo llamé en medio de una crisis desgarradora de llanto. Quería gritarle: me estoy muriendo, me quedan pocos días de vida, necesito verte, quiero hacer el amor con vos, quiero que me toques, quiero saber que estoy viva. Por favor, abrazame. Acostate al lado mío: quiero entender qué es estar viva; quiero sentir emociones, quiero sentir. No quiero desmayarme cada cinco segundos, quiero vivir. Creo que quiero vivir. Salvame. No le grité nada de eso, simplemente lloré al teléfono & le rogué que viniera.

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