lunes, 4 de mayo de 2009

» Hoy no voy a cantarle al sol ni al mar, ni a las estrellas ni a casitas de muñecas, hoy sólo quiero contar como me siento, estoy viviendo un día en blanco y negro. Asique no me vengan a hablar de amor, porque yo soy un monumento al mal humor, y mi sonrisa siempre fue una mala actiz, ¿cómo puede una ciudad estar tan gris? No hay luz en casa pero con la vela alcanza, para alumbrarme la amargura, dos o tres puntos de sutura. No hay luz en casa pero con la vela alcanza, y en un revéz a mi destino, un día de esos yo me animo. Hoy no hay metáforas, hoy voy a ser sincera, las cosas no me están saliendo como quiero, es una tarde en la que siento que una fiesta sería dormir 35 años la siesta. De vez en cuando caigo en éstos agujeros, pide licencia el humor que siempre tengo, soy mil de azucar para una sola de sal, tengo derecho yo a sentirme un día mal. Me voy a ir vivir a la montaña, donde todo es poco pero igual alcanza, me voy a ir vivir a la montaña, y que me despierte el sol a la mañana.

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